Mientras la popularidad de Bitcoin sigue en ascenso global, un nuevo estudio revela una preocupante brecha en Argentina: el conocimiento superficial supera con creces la comprensión profunda de la criptomoneda. Adam Dubove, especialista en criptoactivos, analizó los resultados de una encuesta internacional que expone esta desconexión entre la fama de Bitcoin y la verdadera información que manejan los argentinos.
"Casi el 90% de la población argentina ha oído hablar de Bitcoin, una cifra altísima a nivel mundial", destaca Dubove. Sin embargo, el optimismo se desvanece al profundizar en los detalles. Solo un alarmante 13% sabe que Bitcoin tiene un límite máximo de 21 millones de unidades, un aspecto fundamental de su diseño y valor. Un 20% cree erróneamente que la emisión es ilimitada, y el resto confiesa su desconocimiento.
"En Argentina hay muchísimo conocimiento sobre Bitcoin, pero poca información y profundización real", resume Dubove, enfatizando la necesidad de cerrar esta brecha.
Más allá de la inversión
La encuesta también exploró las razones que impulsan a los argentinos a incursionar en el mundo Bitcoin. Si bien la inversión financiera sigue siendo el motor principal (85%), un significativo 75% valora los aspectos de libertad personal que ofrece la criptomoneda. En un país con historial de inestabilidad económica y controles, Bitcoin se presenta como un refugio frente a posibles injerencias políticas o gubernamentales.
A pesar del interés, el uso real de Bitcoin aún es limitado. Un 32% de los encuestados ha tenido Bitcoin en su cartera, mientras que la adopción de stablecoins (criptomonedas con valor estable) es aún menor (20%). Argentina se encuentra lejos de países líderes en adopción como Nigeria, mientras que Japón se muestra más cauteloso.
¿ETFs, un atajo hacia Bitcoin?
Dubove también abordó el auge de los ETFs de Bitcoin (fondos cotizados que replican su precio). Aunque reconoció que no aprovechan al máximo las ventajas inherentes de Bitcoin, destacó que representan una forma accesible para muchos de ingresar al mercado.
"Cada inversor avanza a su ritmo, según su nivel de comodidad tecnológica", explica Dubove. El desafío, concluye, es educar a los inversores para que puedan aprovechar al máximo el potencial de Bitcoin, un activo único que va más allá de la mera especulación financiera.